Conil de la Frontera: un paraíso gaditano (1)
Cádiz es la única provincia del mundo que se refresca en aguas mediterráneas y atlánticas. Esto nos distingue con climas y productos de ambos mundos, enmarcados en rincones paradisiacos, con gastronomía y cultura envidiables. A orillas del Atlántico, en plena costa de de la Luz, puedes encontrar un pueblo cargado de encanto y magia, no solo por su vistas, sino también por su cultura culinaria y por sus habitantes. Conil de la Frontera es uno de los lugares más visitados de Andalucía, y es que son muchos los turistas que se decantan por pasar sus vacaciones en este bello pueblo pesquero. ¿Qué tendrá esta localidad que enamora a sus visitantes? Es un pueblo vivo, de gente con “musho arte”, y es que hablar de Conil es hablar de típico encanto gaditano, es hablar de verano, de días de relax y noches inolvidables, de océano Atlántico, de extensas playas y calas de aguas cristalinas, naturaleza, aderezado con una gastronomía exquisita basada en los productos del mar.
En restaurante Willy estamos enamorados de nuestra tierra, por eso queremos ayudarte a descubrir sus encantos dando un paseo por este rinconcito.
¿Qué hacer en Conil? Pues son tantas las opciones que las vamos a dividir en 2 partes. Veamos las primeras propuestas:
1. PASEAR POR EL CENTRO
Lo primero que debes hacer en Conil es pasear por sus calles para saborear su centro histórico típicamente marinero. Casas blancas, estrechas calles encaladas y engalanadas por buganvillas, geranios y claveles, sus patios y un recorrido por su historia donde se respira su pasado musulmán. No te pierdas la Iglesia de Sata Cantalina, La Torre de Guzmán o la puerta de ‘Cai’.
2. DEGUSTAR EL EXQUISITO ATÚN ROJO DE ALMADRABA
El atún rojo de almadraba es el rey de todos los platos de la zona, exquisito y de gran calidad. Este pescado capturado de manera artesanal en la costa de Cádiz es una delicatesen que saben preparar en Conil como en ningún otro sitio. El pueblo acoge una ruta gastronómica del atún desde hace ya dos décadas, así que no olvides probarlo en sus múltiples recetas tradicionales o las más innovadoras: solomillos de atún con aceite de algas, tartar, atún encebollado…. ¡Hay para todos los gustos!
3. BAÑARSE EN LAS PLAYAS DE LA FONTANILLA Y LA CALA DEL ACEITE
El litoral de Conil es único debido a la ausencia de edificaciones, su orografía ha permitido que las playas se hayan conservado prácticamente vírgenes y salvajes. El océano Atlántico ha moldeado extensas playas de arena tostada, acantilados que esconden pequeñas calitas y donde la naturaleza se hunden en el mar. No puedes irte de Conil sin haber disfrutado de un paseo por la playa de La Fontanilla, un chapuzón en Los Bateles, haber nadado en las aguas de la Cala del Aceite y Fuente del Gallo o haberte resguardado de la mirada de todos en la recónditas calas de Roche.
4. SENTARSE AL FRESCO DEL PATIO DE LA TERTULIA
Su puerta verde da la bienvenida a uno de los bares con más encanto del pueblo debido entre otros factores a su estilo puramente conileño. Se trata de una antigua casa típicamente andaluza donde destacan sus patios llenos de flores y colorido. Sin duda es el mejor lugar para disfrutar al aire libre del ambiente nocturno, pero de una manera relajada. Como indica su nombre, es un buen sitio para charlar.
5. VISITAR LA BODEGA Y ALMAZARA ECOLÓGICA SANCHA PÉREZ
Visitar la pequeña bodega Sancha Pérez se ha convertido en un must de Conil. Desde esta finca a escasos metros del mar se elaboran de manera artesanal y ecológica aceite y vino. En las rutas que hace el mismo propietario podrás pasear entre viñedos y olivares, conocer los procesos de elaboración en la bodega y la almazara, y por supuesto catar los productos. Ideal para hacerlo con niños.
6. VER EL ATARDECER EN LAS CALAS DE ROCHE
Las Calas de Roche se encuentran entre el puerto de Conil y la urbanización de Roche, donde una serie de pequeñas calitas rocosas se esconden bajo los acantilados de color rojizo. En algunas el acceso es complicado, pero merece la pena disfrutar de uno de los atardeceres más bonitos de la zona. Si te gusta hacer nudismo ésta es tu playa.
7. APRENDER A BUCEAR
No todo lo hermoso de las playas de Conil está ante los ojos de los visitantes. Bajo el mar se esconden restos arqueológicos y arrecifes donde observar la vida marina y su importante fauna. Atunes, peces limón o delfines habitan estas aguas. Existen varios centros de buceo y submarinismo para descubrirlos.
8. PRACTICA SURF (O APRENDER A HACERLO)
Conil tiene playas fantásticas para la práctica de surf, como por ejemplo la de Los Bateles. Si eres un aficionado a coger olas, la tabla y el neopreno o siempre has querido aprender, aquí tienes el lugar perfecto. Existen muchas escuelas de surf que ofrecen cursos de todos los niveles, así como el material necesario para realizarlos.
9. HACER RUTAS EN BICI
Los espacios naturales conileños invitan a hacer rutas a dos pedales. Una de las más preciadas por los visitantes es la que discurre entre la playa de la Fontanilla y las Calas de Roche, pasando por Fuente del Gallo y bordeando toda la costa, una auténtica maravilla.
10. IR AL MERCADILLO DE LOS VIERNES Y A LOS PUESTOS A HACER SHOPPING
Los mercadillos son lugares geniales para conocer de verdad la cultura de los pueblos, sus productos autóctonos y llevarnos algún recuerdo para casa. El de Conil no podía ser menos. Cada viernes en el parking de la playa de Los Bateles tienes una cita con los puestos de ropa y complementos. Además durante el verano suele haber instalados puestos de artesanía en el paseo marítimo.
11. PONTE A PRUEBA EN ENTRE RAMAS AVENTURA
Entre Ramas Aventura es un parque de multiaventura en los árboles situado en los pinares de Roche. Si eres de los que no te gustan solo tumbarte en la playa a descansar y prefieres hacer deporte, pon a prueba a toda la familia. Aquí ofrecen 70 juegos en un espacio de más de 18000m2 de bosque.
Como ves, Conil es un destino muy valorado por los turistas que pasean por sus calles y playas. Si eres de los afortunados que lo tienes cerca de donde vives, no hace falta gastar miles de euros en visitar otra playas, ya que las nuestras nada tienen que envidiarle a las de El Caribe.
Restaurante Willy no está en Cádiz por azar, sino porque creemos firmemente que no hay mejor lugar en el mundo en el que perseguir sueños.
